Si "preocupar" es ocuparse de forma anticipada de algo, en el gobierno de Estados Unidos est谩n "preocupados" por la llegada de una tormenta solar.
No existe una situaci贸n de alarma, ni una fecha inminente, pero el presidente Barack Obama emiti贸una inesperada orden ejecutiva que public贸 la Casa Blanca.
Instruye a varias secretar铆as y agencias del gobierno de EE.UU. a que establezcan un plan en 120 d铆as para antes, durante y despu茅s de un evento clim谩tico espacial, como una tormenta solar.
As铆 suena el espacio: los extra帽os sonidos del Sistema Solar grabados por la NASA
Es un fen贸meno que tiene la capacidad de "desactivar una gran parte de la red de energ铆a el茅ctrica", lo que afectar铆a el abastecimiento de agua, los servicios de salud y limitar铆a el transporte, dice la orden.
Pero tambi茅n tiene otras consecuencias sobre los servicios y dispositivos humanos.
¿Qu茅 hay que saber?
Cuando se habla de "clima espacial" en realidad se est谩 tratando de c贸mo es afectada la Tierra.
La Administraci贸n Nacional de la Aeron谩utica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en ingl茅s) explica que ese clima est谩 determinado por todos los eventos que ocurren en el Sol, como el "viento" que desprende, los flujos de plasma y las cargas magn茅ticas.
El brillante espect谩culo de la mayor tormenta solar de 2015
"Nuestro Sol nos da m谩s que un flujo constante de calor y luz. El Sol ba帽a regularmente la Tierra y el resto de nuestro sistema solar con energ铆a en forma de luz y part铆culas con carga el茅ctrica y los campos magn茅ticos", explica la NASA.
Entonces, cualquier tipo de impacto que resulta en la Tierra y en los sistemas y dispositivos humanos es el llamado "clima espacial".
¿C贸mo lo resentimos?
Las part铆culas que libera el Sol y que alcanzan a la Tierra afectan un escudo magn茅tico que protege al planeta del espacio, lo que es conocido como la magnet贸sfera.
Una tormenta solar tiene la capacidad de interrumpir las comunicaciones satelitales, lo que afecta las se帽ales telef贸nicas, de televisi贸n, de internet y los sistemas de posicionamiento global (GPS), entre otros servicios cotidianos.
Tambi茅n interrumpen la se帽al de radio de alta frecuencia y hasta tienen la capacidad de cortar el suministro de redes de electricidad.
Los aviones comerciales pueden quedar incomunicados a medida que est谩n m谩s cerca de los polos, que es donde se concentra la mayor parte de estas part铆culas.
Las naves espaciales pueden presentar anomal铆as temporales, con da帽os en componentes electr贸nicos cr铆ticos, paneles solares y sistemas 贸pticos tales como c谩maras y sensores estelares.
Las impresionantes vistas de nuestro Sistema Solar
La magnet贸sfera protege a las personas en la Tierra, pero los astronautas pueden alcanzar el l铆mite a la exposici贸n de radiaci贸n en cuesti贸n de minutos.
Pero tambi茅n tienen efectos vistosos, como las auroras boreales que se pueden apreciar en algunos puntos cercanos al Polo Norte, y las raras auroras australes que llegan a ocurrir en el sur.
¿Qu茅 ha ocurrido en el pasado?
La NASA tiene documentados varios eventos significativos que son atribuidos al clima espacial.
El m谩s antiguo del que se tenga conocimiento directo fue el del 2 de septiembre de 1859, cuando provoc贸 que la red del servicio de tel茅grafos quedara interrumpida de forma temporal.
Otro de los grandes eventos fue el colapso de la red el茅ctrica llamada Hydro-Qu茅bec, en Canad谩, el 13 de marzo de 1989, causado por corrientes de origen geomagn茅tico.
Un fallo en un transformador dio lugar a un apag贸n general que dur贸 m谩s de 9 horas y afect贸 a m谩s de seis millones de personas.
Pero quiz谩s uno de los momentos de mayor nerviosismo ocurri贸 durante la Guerra Fr铆a entre EE.UU. y la Uni贸n Sovi茅tica, como relata el Instituto Smithsoniano.
En mayo de 1967, las comunicaciones de radio militares de EE.UU. quedaron interrumpidas por una tormenta solar, lo que el gobierno estadounidense en un momento interpret贸 como "actos maliciosos" que requer铆an de una respuesta militar.
Sin embargo, la Fuerza A茅rea de EE.UU. ya ten铆a en funcionamiento un programa para monitorear el clima espacial y dio aviso de que se trataba de una tormenta.
"Ese programa ayud贸 a los militares a identificar la perturbaci贸n como una tormenta solar en lugar de malas acciones de Rusia e impidi贸 la agudizaci贸n de las tensiones", recuerda el Smithsoniano.
Los botones rojos no fueron activados.