Berlín. -
¿Por qué millones de personas se dedican a cazar monstruitos virtuales en plena calle? En menos de dos semanas, los personajes del universo Pokémon han puesto patas arriba el panorama de las apps con el juego "PokémonGo", con el que Nintendo logra instalarse por todo lo alto en el mercado de los smartphones. En España está disponible desde el viernes y se espera que pronto llegue a Latinoamérica.
La fiebre desatada por este juego de realidad aumentada llega a tal punto que en Estados Unidos supera ya al número de usuarios diarios de Twitter. ¿Cómo es posible? Según el experto en medios de comunicación André Wessel, de la Universidad de Colonia, su éxito radica en combinar un antiguo concepto de juego con una nueva tecnología que engloba diversos aspectos.
"Está plenamente de moda enriquecer el mundo real con objetos creados digitalmente, diluyendo los límites entre el mundo real que experimentamos y el mundo virtual", explica. Además, a ello se suma el aliciente de descubrir. "La propia ciudad o el entorno se convierten en terreno de juego, por lo que aparecen de forma distinta", añade el experto. Además, el juego "contradice el cliché del usuario pegado a su sofá".
Y es que si un típico "nerd" no sale apenas de casa y se pasa el día jugando frente a la pantalla en una habitación más bien oscura, los usuarios de "PokémonGo" se lanzan a cazar monstruitos en plena calle, en bosques, ríos o edificios públicos. "Precisamente, lo nuevo es el hecho de tener que salir", afirma Andreas Lange, director del Museo de Videojuegos de Berlín. "Y naturalmente, eso está ligado a la expansión de los smartphones, actualmente en el bolsillo de cualquiera".
A ello, además, se suma el factor de la caza. Los monstruitos, que aparecieron por primera vez en 1996 en un videojuego japonés, están obsesionados por luchar unos contra otros. El jugador o cazador de Pokémons deberá atrapar a los más de 700 personajes con ayuda de unas bolas rojas y blancas. Y el furor desatado es tal que en torno a la nueva app florece todo un negocio de artículos para fans, desde bolsos a peluches.
El nuevo "PokémonGo" está disponible en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda desde el 6 de julio. Su atractivo radica en que la app reconoce el lugar en que se encuentra el usuario gracias al GPS de su smartphone. A medida que se desplaza, el jugador es capaz de divisar a los monstruitos escondidos, que aparecen en la pantalla como si estuvieran en el entorno real (realidad aumentada). Y esto hace que en determinados lugares se concentren multitudes a la caza de Pokémons.
Con todo, en medio del furor se escuchan también voces críticas. Expertos en protección de datos advierten del riesgo de que se graben perfiles de desplazamientos, pero además, han saltado las alarmas al hallar cazadores de Pokémons en lugares sensibles como el antiguo campo de concentración de Auschwitz y ya se han producido los primeros accidentes de tráfico. Por ello, la policía española lanzó hoy en las redes sociales un manual para cazar Pokémos de forma segura.
Para muchos usuarios treintañeros, la app evoca con nostalgia los tiempos del antiguo videojuego. "Por favor, ayuda, está abducido por el mundo #pokemongo lo estamos perdiendo", escribía Matías en Twitter junto a una instantánea de su primo, smartphone y peluche de Pokémon en mano. "Antes de #PokemonGO tenía una vida, ahora llevo una hora en un autobús circular a incubar huevos", confesaba otro jugador.
Y es que los personajes del universo Pokémon eran ya corredores de fondo en el negocio de los videojuegos, pero ahora, con la nueva app, se han convertido en caballos de tiro para las consolas Nintendo. "El hecho de que el juego tenga dos décadas de vida hace que se hayan sumado muchos adultos", explica el experto Wessel. "Justo los que ahora están en la mitad o el final de la treintena jugaron de niños y se deleitan nostálgicos en los viejos tiempos".
Además, añade, "PokémonGo" encaja "en el revival de los años 90 que se está viviendo actualmente". "Lo que vale para la moda y en la música funciona también en los videojuegos". Para Wessel, está claro: aunque visualmente y por la sencillez del juego "PokémonGo" se dirija más bien a niños y adolescentes, se trata de un fenómeno "multigeneracional".